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03 Aug
03Aug

Imagen de portada: Regeneration International


El incremento en la velocidad de propagación que adquirió el coronavirus SARS-CoV2 en la Comarca Lagunera a partir de mayo implicó no sólo un aumento exponencial de nuevos casos positivos; también aumentaron las hospitalizaciones, el número de pacientes graves y, en consecuencia, las defunciones

Y aunque hay una diversidad de tendencias dentro del mismo entorno regional, es claro que la intensidad de transmisión preponderante desde el inicio de la pandemia se ha concentrado hasta ahora en el periodo comprendido entre mayo y junio

Es en este lapso cuando tienen lugar la dos más grandes curvas de transmisión. La primera implicó  una acumulación de 1 mil 094 casos positivos, para luego pasar a 3 mil 356, es decir, un aumento de 206.7%. Tal como puede observarse en la siguiente tabla,  la progresión de contagio inició con 26 casos positivos en marzo hasta llegar a 7 mil 555 en julio. De esta manera alcanzó 28 mil 978% el disparo epidémico; significando una multiplicación de 290 veces dentro del conjunto municipal de estudio. 

Mediante información proveniente de la Base de Datos Abiertos de la Dirección General de Epidemiología, adscrita a la Secretaría de Salud federal, fue posible observar distintas modalidades de impacto. Ello, tomando como referencia tres variables: mes específico de ingreso a la unidad médica, pacientes hospitalizados y defunciones correspondientes a causa de COVID-19. 

La interpretación estadística se enfocó en municipios, determinando cómo, a la par de la progresión en la cantidad de nuevos casos positivos confirmados, tuvo lugar un disparo en la agregación de cuadros más críticos de la enfermedad. Durante marzo dicha cantidad se ubicó en 7, pasando a 23 en abril; 175 en mayo; 452 en junio y 423 al día 31 de julio.

Por parte de La Laguna de Coahuila, el subconjunto estuvo integrado por los municipios de Torreón, Matamoros, San Pedro de las Colonias, Francisco I. Madero y Viesca. Para el caso de Durango, fueron agrupados  Gómez Palacio, Ciudad Lerdo y Tlahualilo. Considerando el periodo en mención, la demanda de internamiento en conjunto alcanzó 5 mil 942%. 

Mensualmente, la tendencia proporcional de crecimiento se describió de la siguiente forma: marzo-abril, 228.5%; abril-mayo, 660.8%; mayo-junio,158.2%. Para el periodo junio-julio, un decremento de 29 casos en dicho lapso reflejó una reducción de -6.4%

Un comportamiento similar ocurrió en relación a defunciones. Considerando sólo pacientes hospitalizados, en marzo hubo un registro de casos; durante abril, 4; incrementándose a 73 en mayo; 174 en junio y disminuyendo a 107 durante el mes de julio. En suma la proporción de aumento, confrontando los datos entre marzo y julio, alcanzó 3 mil 367%

Así, la misma secuencia mensual progresiva en términos porcentuales reflejó el siguiente comportamiento:  33.3%; 1 mil 725%; 138.3% y -38.5%, considerando en este último caso la disminución observada entre junio y julio. 

La condición prevalente en la comarca también se refleja en las tendencias estatales correspondientes. En Coahuila, el registro de carga hospitalaria inició en marzo con 17 pacientes;  subió a 75 en abril y pasó a 147 en mayo. La trayectoria se disparó a 558 casos en junio y esa curva de crecimiento se mantuvo en julio hasta sumar 815 pacientes hospitalizados. Entre uno y otro extremo del periodo, la proporción de incremento se elevó  4 mil 694%

En Durango la tendencia se comportó en forma similar, aunque mostró una ligera discrepancia de disminución durante el tramo final del periodo. En marzo, la entidad registró pacientes internados; acumuló 23 en abril para escalar súbitamente a 123 en mayo;  se duplicó en junio con 268 casos y se mantuvo en ese rango mediante una reducción mínima  que implicó el internamiento de  253 pacientes.  En comparación con Coahuila, Durango duplicó proporcionalmente la progresión. En ese sentido, el incremento entre el inicio y final del periodo se ubicó en 8 mil 333%

En cuanto a defunciones de pacientes hospitalizados, el curso que siguió la tendencia en Coahuila fue de casos en marzo; 30 en abril y el mismo número en mayo. La letalidad se pronunció significativamente en junio con 127 fallecimientos y se agudizó durante julio al reportarse 197 decesos. 


Mensualmente, la proporción de aumento en el número de pacientes hospitalizados fallecidos alcanzó 900% entre marzo y abril; de abril a mayo no hubo variación. Sin embargo, repuntó 323% en junio. Julio representó el mes con mayor letalidad, puesto que en números absolutos hubo 70 casos más, aumentando 55%. Así, la alta tendencia de letalidad con respecto al inicio del periodo se mantuvo. 

De igual forma, ese curso estadístico prevaleció en Durango, aunque en su caso, a diferencia de Coahuila el rango de mayor letalidad no se registró en julio, sino durante  el mes anterior. En marzo fallecieron pacientes hospitalizados y en abril. Para mayo esa condición se multiplicó veces, al llegar a 31 defunciones. Durante junio la entidad alcanzó la máxima incidencia del periodo con 71 personas fallecidas, luego de permanecer en internamiento hospitalario ante el grave deterioro en sus condiciones de salud. Fueron 51 los casos en julio, por lo tanto, la tendencia de letalidad disminuyó


Porcentualmente, esta fase crítica de la pandemia en la entidad duranguense iniciará con un aumento de 67% en mortalidad de pacientes hospitalizados entre marzo y abril. El siguiente registro mensual será proporcionalmente el de mayor aumento, dado que la letalidad para estas personas escaló 520%

Con la mayor incidencia mensual por acumulación de casos, en junio el comportamiento ascendente alcanzó 129%. Finalmente,  el decremento observado durante julio representó una disminución de 28%. En suma, al comparar los datos entre marzo y julio, la proporción exponencial de crecimiento alcanzó 1 mil 600%; considerando así el principio y final del periodo de revisión. 


JCNava


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